La Asociación de Clientes
Financieros, quiere hacer llegar una propuesta tanto a los ciudadanos
en general, como a las organizaciones sociales, económicas y
políticas representativas de Aragón, en el sentido de que se
mantenga Ibercaja como banco aragonés.
La situación económica viene
determinada, por la actual guerra comercial, continuación de la que
años anteriores fue una crisis financiera, económica, climática,
alimentaria y energética, que en su conjunto afecta a la economía
real de todos los países.
De una situación hace unos meses,
que parecía “controlada”, hemos pasado a un proceso de
ralentización, con consecuencias, tales como la desaceleración,
destrucción del tejido productivo, aumento del desempleo, pérdida
de poder adquisitivo de las familias, o el aumento de la desigualdad
tanto entre países como capas sociales. Todo este escenario es
consecuencia de la sustitución de la economía real por la economía
financiera, basada en una especulación sin límites, recordemos el
dato de las trasferencias interbancarias;
El 2 % a la economía real, frente
al 97,8 % a la economía financiera (datos del 2005).
La economía especulativa supera en
más de 125 veces el dinero en metálico (2016).
La economía especulativa ha
alcanzado dimensiones inimaginables. La grandísima complejidad que
el sistema financiero ha adquirido en los últimos años, junto con
la amplia desregulación que se le ha aplicado especialmente desde la
década de 1980, hace difícil su control y la previsión de
consecuencias ante determinadas decisiones.
Nacional: El agujero inmobiliario en
la banca, está cifrado por algunos expertos en un 10% del PIB
español, que deja a la banca en su conjunto, en una situación de
dificultad real, ante la imposibilidad manifiesta de vender el parque
de viviendas construidas. Surgen dos asuntos en esta materia, de una
parte si se dejan caer empresas constructoras e inmobiliarias, es
decir un ajuste por el propio mercado, lo que llevaría al cierre de
empresas; de otra, la avalancha de hipotecas no pagadas, que puede
surgir, a partir del agotamiento de prestaciones de desempleo, y que
se calculan en 1 millón de españoles
Ante
estas perspectivas se hacen las siguientes PROPUESTAS.:
Propuesta nº 1.
La situación de los morosos, en
riesgo de exclusión, requiere que los pagos se hagan de forma
escalonada, y fraccionada en el tiempo, al objeto de que no pierdan
su patrimonio inmobiliario por la vía de embargos.
Propuesta nº 2.
En referencia a dietas y otros
gastos, de directivos de la Banca, se propone su ajuste según un
baremo, de forma que se adecúen a la situación de crisis en que
vivimos, y con el objetivo de liberar recursos, para otras
necesidades.
Propuesta nº 3.
Con el objetivo de ampliar cuota de
mercado, debiera valorarse, la posibilidad de alcanzar acuerdos, con
las Cajas de Ahorros Rurales, radicadas en Aragón (Bantierra).
Propuesta nº 4.
Respecto a autónomos y pymes, es
necesario que obtengan liquidez, con el objetivo de mantener sus
puestos de trabajo, pues siguen las quejas de cierre de préstamos, a
pesar de demostradas solvencias.
Propùesta nº 5
Rebaja en comisiones cobradas por
tarjeta, y por impagos, donde se están derivando clientes a empresas
intermediarias, que están cobrando hasta un 26 % en retrasos de
pago.
Propuesta nº 6.
Sobre personal, entendemos que debe
hacer un esfuerzo real, por mejorar y normalizar relaciones, puesto
que no es de recibo que las relaciones laborales se hayan
judicializado.
Propuesta nº 7.
En el 140 aniversario de la Real
Orden de implantación de las Cajas de Ahorros en España (18 de
abril de 1879), proponemos que como homenaje al nacimiento de las
Cajas, que recordemos nacieron para luchar contra la usura, se haga
una apuesta por mantener los presupuestos de la Obra Social, y otros
de utilidad social, al efecto de dar cauces de participación a los
ciudadanos, pedimos, se convoque una Jornada de reflexión, sobre la
estrategia de Ibercaja, ante el nuevo panorama financiero.
La progresiva desaparición del
sistema financiero aragonés, requiere unidad de los ciudadanos
aragoneses en la defensa de nuestro sistema financiero, porque de lo
contrario estamos abocados a la desaparición y exclusión de
numerosas capas de la población, al quedar al margen de obtener
crédito y quedar condenados a una banca de corte exclusivamente
digital y por tanto fuera del circuito financiero popular. La
posibilidad de que se acabe configurando un sector financiero
únicamente clasista cada vez es más real y debemos evitarlo.
ACF propone a todas las fuerzas
progresistas, y conservadoras la elaboración de una plataforma
unitaria en la defensa del sector financiero aragonés.
Nuestra propuesta persigue como
objetivo profundizar en la democratización de la Banca, a fin de
convertirla en un motor de verdadero cambio social y pionera en el
proceso necesario para la reforma del sistema financiero.
La crisis económica en Aragón, es
especialmente dura y hay problemas y sectores que atender que
requieren del sistema financiero entre otros:
la despoblación del medio rural, el
desempleo juvenil, el tejido industrial de las pymes, muy vinculado a
los polígonos industriales, el medio ambiente, la protección de los
ríos y la calidad del agua, las energías renovables, el
envejecimiento de nuestra población y problemas derivados tales como
aislamiento y soledad de ancianos que viven solos.
La Banca, debe actualizarse con un
cambio de mentalidad, que afecta a la actuación de sus Organos de
Gobierno. Recordemos que en las Cajas, las primeras elecciones democráticas, se
celebraron en 1987, 10 años más tarde que las políticas. En Ibercaja, la última vez que entraron 2
consejeros progresistas, por el sector de clientes, fue en 1989 en la Asamblea General (órgano
similar a la Junta de accionistas de los bancos), desde entonces
no hubo ni un solo consejero progresista. En CAI el sistema
proporcional, permitió obtener consejeros progresistas, aunque de
forma minoritaria y simbólica.
En 32 años de elecciones internas
para elegir Organos de gobierno de Ibercaja y CAI, no hubo ni un solo
consejero presentado por los impositores progresistas en los Consejos
de Administración, ni en la Comisión de Control (órgano interno de
supervisión), por tanto éstas deficiencias deben subsanarse, pues
ha habido vetos.
La crisis financiera, ha devenido
del fracaso del modelo financiero conservador, y del desequilibrio
ideológico que han impedido una supervisión financiera coherente.
En todo el mundo, ya se están tomando medidas drásticas, ha
llegado la hora, de que el excesivo peso, en este caso monopolio de
los impositores conservadores, sea ajustado a la realidad social de
los impositores de la Banca, y de su base social de clientes
progresistas, a los que sistemáticamente se les ha impedido el
acceso a los órganos de gobierno, incluidas las asociaciones de
consumidores.
Equilibrar el peso de los
impositores conservadores y progresistas, requiere modificar la
actitud y prejuicio tradicional, mantenido por parte de los
directivos de las Cajas de Ahorros aragonesas, actualmente
reconvertidos en banqueros por medio de Ibercaja.
Traería importantes beneficios,
tanto desde el punto de vista ético, democrático, económico como
social. Favorecería una gobernabilidad más estable, garantizando de
esta forma, la sostenibilidad futura de la Banca aragonesa, ante los
vaivenes de los mercados financieros, y seria salvaguardia de la
feroz competencia a que está sometido todo el sector bancario, por
la fidelidad de sus clientes.