miércoles, 10 de julio de 2019

POR UN SECTOR FINANCIERO SOSTENIBLE.


La Asociación de Clientes Financieros, quiere hacer llegar una propuesta tanto a los ciudadanos en general, como a las organizaciones sociales, económicas y políticas representativas de Aragón, en el sentido de que se mantenga Ibercaja como banco aragonés.

La situación económica viene determinada, por la actual guerra comercial, continuación de la que años anteriores fue una crisis financiera, económica, climática, alimentaria y energética, que en su conjunto afecta a la economía real de todos los países.

De una situación hace unos meses, que parecía “controlada”, hemos pasado a un proceso de ralentización, con consecuencias, tales como la desaceleración, destrucción del tejido productivo, aumento del desempleo, pérdida de poder adquisitivo de las familias, o el aumento de la desigualdad tanto entre países como capas sociales. Todo este escenario es consecuencia de la sustitución de la economía real por la economía financiera, basada en una especulación sin límites, recordemos el dato de las trasferencias interbancarias;

El 2 % a la economía real, frente al 97,8 % a la economía financiera (datos del 2005).

La economía especulativa supera en más de 125 veces el dinero en metálico (2016).

La economía especulativa ha alcanzado dimensiones inimaginables. La grandísima complejidad que el sistema financiero ha adquirido en los últimos años, junto con la amplia desregulación que se le ha aplicado especialmente desde la década de 1980, hace difícil su control y la previsión de consecuencias ante determinadas decisiones.

Nacional: El agujero inmobiliario en la banca, está cifrado por algunos expertos en un 10% del PIB español, que deja a la banca en su conjunto, en una situación de dificultad real, ante la imposibilidad manifiesta de vender el parque de viviendas construidas. Surgen dos asuntos en esta materia, de una parte si se dejan caer empresas constructoras e inmobiliarias, es decir un ajuste por el propio mercado, lo que llevaría al cierre de empresas; de otra, la avalancha de hipotecas no pagadas, que puede surgir, a partir del agotamiento de prestaciones de desempleo, y que se calculan en 1 millón de españoles




Ante estas perspectivas se hacen las siguientes PROPUESTAS.:

Propuesta nº 1.
La situación de los morosos, en riesgo de exclusión, requiere que los pagos se hagan de forma escalonada, y fraccionada en el tiempo, al objeto de que no pierdan su patrimonio inmobiliario por la vía de embargos.

Propuesta nº 2.
En referencia a dietas y otros gastos, de directivos de la Banca, se propone su ajuste según un baremo, de forma que se adecúen a la situación de crisis en que vivimos, y con el objetivo de liberar recursos, para otras necesidades.

Propuesta nº 3.
Con el objetivo de ampliar cuota de mercado, debiera valorarse, la posibilidad de alcanzar acuerdos, con las Cajas de Ahorros Rurales, radicadas en Aragón (Bantierra).

Propuesta nº 4.
Respecto a autónomos y pymes, es necesario que obtengan liquidez, con el objetivo de mantener sus puestos de trabajo, pues siguen las quejas de cierre de préstamos, a pesar de demostradas solvencias.

Propùesta nº 5
Rebaja en comisiones cobradas por tarjeta, y por impagos, donde se están derivando clientes a empresas intermediarias, que están cobrando hasta un 26 % en retrasos de pago.

Propuesta nº 6.
Sobre personal, entendemos que debe hacer un esfuerzo real, por mejorar y normalizar relaciones, puesto que no es de recibo que las relaciones laborales se hayan judicializado.

Propuesta nº 7.
En el 140 aniversario de la Real Orden de implantación de las Cajas de Ahorros en España (18 de abril de 1879), proponemos que como homenaje al nacimiento de las Cajas, que recordemos nacieron para luchar contra la usura, se haga una apuesta por mantener los presupuestos de la Obra Social, y otros de utilidad social, al efecto de dar cauces de participación a los ciudadanos, pedimos, se convoque una Jornada de reflexión, sobre la estrategia de Ibercaja, ante el nuevo panorama financiero.

La progresiva desaparición del sistema financiero aragonés, requiere unidad de los ciudadanos aragoneses en la defensa de nuestro sistema financiero, porque de lo contrario estamos abocados a la desaparición y exclusión de numerosas capas de la población, al quedar al margen de obtener crédito y quedar condenados a una banca de corte exclusivamente digital y por tanto fuera del circuito financiero popular. La posibilidad de que se acabe configurando un sector financiero únicamente clasista cada vez es más real y debemos evitarlo.

ACF propone a todas las fuerzas progresistas, y conservadoras la elaboración de una plataforma unitaria en la defensa del sector financiero aragonés.

Nuestra propuesta persigue como objetivo profundizar en la democratización de la Banca, a fin de convertirla en un motor de verdadero cambio social y pionera en el proceso necesario para la reforma del sistema financiero.

La crisis económica en Aragón, es especialmente dura y hay problemas y sectores que atender que requieren del sistema financiero entre otros:

la despoblación del medio rural, el desempleo juvenil, el tejido industrial de las pymes, muy vinculado a los polígonos industriales, el medio ambiente, la protección de los ríos y la calidad del agua, las energías renovables, el envejecimiento de nuestra población y problemas derivados tales como aislamiento y soledad de ancianos que viven solos.

La Banca, debe actualizarse con un cambio de mentalidad, que afecta a la actuación de sus Organos de Gobierno. Recordemos que en las Cajas, las primeras elecciones democráticas, se celebraron en 1987, 10 años más tarde que las políticas. En Ibercaja, la última vez que entraron 2 consejeros progresistas, por el sector de clientes, fue en 1989 en la Asamblea General (órgano similar a la Junta de accionistas de los bancos), desde entonces no hubo ni un solo consejero progresista. En CAI el sistema proporcional, permitió obtener consejeros progresistas, aunque de forma minoritaria y simbólica.

En 32 años de elecciones internas para elegir Organos de gobierno de Ibercaja y CAI, no hubo ni un solo consejero presentado por los impositores progresistas en los Consejos de Administración, ni en la Comisión de Control (órgano interno de supervisión), por tanto éstas deficiencias deben subsanarse, pues ha habido vetos.

La crisis financiera, ha devenido del fracaso del modelo financiero conservador, y del desequilibrio ideológico que han impedido una supervisión financiera coherente. En todo el mundo, ya se están tomando medidas drásticas, ha llegado la hora, de que el excesivo peso, en este caso monopolio de los impositores conservadores, sea ajustado a la realidad social de los impositores de la Banca, y de su base social de clientes progresistas, a los que sistemáticamente se les ha impedido el acceso a los órganos de gobierno, incluidas las asociaciones de consumidores.

Equilibrar el peso de los impositores conservadores y progresistas, requiere modificar la actitud y prejuicio tradicional, mantenido por parte de los directivos de las Cajas de Ahorros aragonesas, actualmente reconvertidos en banqueros por medio de Ibercaja.

Traería importantes beneficios, tanto desde el punto de vista ético, democrático, económico como social. Favorecería una gobernabilidad más estable, garantizando de esta forma, la sostenibilidad futura de la Banca aragonesa, ante los vaivenes de los mercados financieros, y seria salvaguardia de la feroz competencia a que está sometido todo el sector bancario, por la fidelidad de sus clientes.