Por
José Ignacio Martín Presidente de la Asociación de Clientes Financieros (ACF),
y Ekaterina Nikova economista Presidenta de la Federación de Mujeres de ACF.
En
estas breves líneas anticipamos las líneas generales del libro que vamos a
publicar sobre el caso Bankia.
La
pregunta central a la que trata de responder el libro es la siguiente.
¿Qué
hay en juego en el caso Bankia?
¿Qué
hay en juego en la investigación y finalmente sentencia cuando la haya del caso
Bankia por parte de la Audiencia Nacional?
Brevemente
paso a resumir algunas de las líneas de respuesta del libro. Están en juego:
1º)
El modelo de instrucción penal en la lucha de los delitos financieros en
España. Con afectación incluso del
Derecho Internacional, en especial en la eurozona.
2º)
El derecho a la libertad, la intimidad y la seguridad de los ciudadanos. El
gran poder que la ley concede a los Consejos de Administración de las entidades
financieras, corre el riesgo de que en base a sus conductas contrarias a lo
esperable de un garante de los derechos ajenos, provoque como ha provocado
dejar un país entero al borde de la quiebra, para ésta y para generaciones del
futuro.
3º)
Está en juego la posible prevaricación, cuando las resoluciones de los
directivos de las entidades financieras, más allá del error, elevan su voluntad
a ley contra la ley, a sabiendas. En caso de ser una actitud continuada, como
lo ha sido, daría lugar al seguimiento de un plan o aprovechamiento de circunstancias
para la continuidad delictiva, todo ello en una lucha por el poder que permitiera
mantenerse en el cargo indefinida e indebidamente.
4º)
Está en juego la forma de controlar la legalidad en las instituciones financieras.
Quedan afectados los niveles internos de control, y los externos.
Los
externos son muy diversos:
a) El papel de los inspectores in situ
del Banco de España, que no parece hayan detectado irregularidades en todos
estos años.
b) El papel de la Comisión Nacional del
Mercado de Valores, en sus valoraciones y credibilidad a la hora de admitir
tanto emisiones de Participaciones Preferentes masivas y sin control, como de
permitir salidas a bolsa de Entidades contablemente “maquilladas”.
c) Ahora del propio Estado, con el
control por parte del FROB de las acciones de Bankia y el modelo de gestión que
sigue siendo contrario al interés de los clientes.
d) De los auditores internacionales, que
han hecho y ahora vuelven a hacer test de stress a la banca, pues están delimitando
los agujeros “olvidados fuera de balance”.
e) De la propia Comisión Europea y del
MoU, pues de la inyección de capital europeo que se nutrió Bankia, viene que no
se haya liquidado la entidad, pero el control de legalidad sigue en entredicho,
toda vez que las pérdidas las asumen los clientes.
f) Finalmente el papel de los auditores
que anualmente aprobaban las cuentas para su aprobación por los Organos de
Gobierno, que vuelven a recordar casos como el de Arthur Andersen.
En
todo este caso de control de la legalidad, hay que decir que no se tiene en
cuenta que el cliente como “tenedor” de los ahorros debería ser también
auditor, pero no tiene acceso propio a ese control de legalidad, por lo que
podemos hablar de AUSENCIA de “el cliente”, como sujeto activo, dejándolo en
sujeto pasivo, en un espectador de la legalidad.
Así
los SERVICIOS JURIDICOS internos y externos (Garrigues en las tarjetas) de
Bankia, sobre todo de Caja Madrid y Bancaja, estarían en el punto de mira.
Si
los servicios jurídicos internos, con las Resoluciones que dictan en base a su
experiencia diaria, son soporte de “apariencia legal” (Stilianopoulos folleto
de emisión Preferentes 2009 de Caja Madrid y la elusión del rating basura de
Moodys), para evitar el reproche penal, pero en la práctica y analizando en su
conjunto respecto a las grandes decisiones lo que hacen es convertir en legal
lo que es ilegal, ¿qué papel juegan?, ¿al
servicio de quién están?.
Los
Servicios Jurídicos Internos son los que asesoran en las grandes decisiones, requieren
su estudio y aprobación previa. Sus informes se convierten tras su análisis en
la conciencia de ilegalidad, más aún de su injusticia, conciencia que nos
transmite la idea de que “a sabiendas”, se aprobaban Resoluciones, que
finalmente están penalmente castigadas.
Los clientes arruinados y una entidad
nacionalizada por quiebra, ha sido el resultado a los hechos nos remitimos.
5º)
Está en juego la representación del Estado.
Así
el Ministerio Fiscal que inspecciona la instrucción, ha recurrido la mayor
parte de los autos dictados por el juez instructor en el caso Bankia.
Su
adhesión a los imputados está fuera de toda duda, en todo el procedimiento. Así
frente a los 3.000 millones de Caja Madrid en juego por las participaciones
preferentes y 300.000 afectados, no ve indicios de delito. Y ahora resulta que
por 15 millones de las tarjetas impulsa la investigación de los hechos. Si
miramos las cifras realmente tenemos que en el 99,5 % del procedimiento (los
3.000 millones) se opone, y en el 0,5 % (los 15 millones) impulsa la investigación. Con ese 0,5 % ha
salido en todos los medios de comunicación
diariamente como una Fiscalía ejemplar.
Ya
quisiera cualquier banda criminal de las que pasan por la Audiencia Nacional,
tener a un Fiscal a favor de la banda en el 99,5 % del dinero robado y solo en
un 0,5 % en contra. ¿Para qué son necesarios entonces los abogados defensores
de los criminales? El Fiscal ejerce de abogado, así el Estado queda en manos de
los delincuentes que no ven motivo alguno para cambiar de actitud. De ahí viene
que se instale en el imaginario colectivo, la creencia de que el Estado
responde y responde bien para proteger los derechos de los delincuentes, por
eso los delincuentes de cuello blanco, acabarán diciendo ¡¡¡ VIVA EL ESTADO!!!.
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