lunes, 3 de septiembre de 2012

BANCA: EJECUTIVOS FRENTE A CLIENTES (1)


1) CONSUMIR LO QUE PRODUCES, PRODUCIR LO QUE CONSUMES.


El sector productivo, ha visto como su acceso al crédito ha ido progresivamente deteriorándose, hasta tal punto que empresas que tienen un nivel de endeudamiento bajo, y que en teoría podrían acceder a los créditos fácilmente, han llegado a quedar excluidas en el acceso a la financiación.

Así nos encontramos que las empresas han tenido que crear una estructura financiera, basada en la autofinanciación.

Paradójicamente las empresas fuertemente autofinanciadas, y por tanto con mayor capacidad de crédito, tampoco han logrado su objetivo de obtener créditos con lo que su potencial crecimiento queda ralentizado cuando no estrangulado.
Los ritmos de crecimiento de las empresas se deben en gran parte al crédito. El crédito actúa como mecanismo de creación anticipada de dinero, sin él las empresas no pueden progresar.

Tipos de crédito.

En España las entidades financieras, no distinguen entre créditos a corto, medio y largo plazo, sino que lo hacen únicamente en créditos a corto o a largo plazo, incluyendo el medio plazo en el largo sin embargo, tienen contextos, justificaciones y características diferenciadas.

a) Créditos a corto plazo.

A corto plazo un crédito es un “anticipo de cobro”, se obtiene liquidez de dinero, proporcional al dinero que se nos adeuda por los clientes, o que se necesita para financiar stocks a la espera de movilizarlos o vender en plazo relativamente corto. Obtenemos dinero de unos bienes físicos que hemos producido y que en breve plazo se convertirán en dinero tan pronto sean cobrados.

Estos créditos no deben utilizarse para financiar activos fijos o inversiones, porque un plazo rápido de devolución es incompatible con la naturaleza de su aplicación permanente.

b) Créditos a largo plazo.

El crédito a largo plazo es un “anticipo de beneficios”. La devolución de estos créditos se hace con los futuros beneficios, esperables como consecuencia de la positiva influencia que la inyección crediticia produce en la estructura productiva de la empresa, bien porque mejora el dispositivo operativo, bien porque permite acometer ciclos productivos de larga duración cuyos beneficios se dan de una sola vez y sin coincidir con ejercicios naturales típicos.

Sobre las garantías:

El obstáculo más frecuente en la concesión de créditos, suele ser la aportación de garantías. Obtener un crédito a largo plazo exige prestar garantías suficientes. Se reducen a dos : aval bancario o garantía hipotecaria. Y normalmente un aval bancaria implica, al final una hipoteca.

En el caso de sociedades, se obtiene suficiente cobertura para garantizar el crédito, con la firma o el aval personal de algunos de los accionistas o el Consejo de Administración quienes aportan garantías personales adecuadas.

El proceso correcto para pedir un crédito es el siguiente:

Definir el proyecto y cuantificación del mismo, determinar los capitales ajenos necesarios para llevar a cabo la financiación, sondeo e identificación de las fuentes financieras más adecuadas, incluyendo análisis de los diversos costos, obtención de un acuerdo de principio con términos y condiciones claros, y tramitación del expediente concreto del crédito.


Respecto a los créditos puente, hasta que no haya una plena garantía de que el crédito principal ha sido concedido no hay que acudir a ellos. La naturaleza a corto de los créditos puente combinada, con el riesgo de ver rechazada la operación principal aconsejan extremar la prudencia.

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